Pasolini, Pier Paolo
Romàns es una aldea de la región de Friul perdida entre los Alpes y las idílicas llanuras del norte de Italia. En este escenario, que recuerda de cerca a los lugares de la infancia pasoliniana, transcurre la historia de un joven y voluntarioso cura, Paolo, alter ego religioso del mismo autor, y del dramático desgarro que le producirá el doble choque entre su genuina vocación y una realidad que no logra adaptar a los dogmas de su apostolado: por un lado, el desconcertante descubrimiento de la insuficiencia de la religión como instrumento para entender la realidad social; por el otro, el contraste entre sus creencias y las pulsiones eróticas que experimenta hacia un joven parroquiano, del que brota un insanable y doloroso sentimiento de culpa. En esta novela -una de las primeras obras narrativas de Pasolini, hasta ahora inédita en castellano- aparecen con cristalina claridad todas las características cardinales de la poética del gran autor italiano: el realismo como elección estilística y política, el interés literario y humano por las clases marginales, la fascinación por el entorno rural como virtuoso reducto alejado de la decadencia del falso progreso y la homosexualidad como atormentada condición existencial que, a través del personaje de Paolo, cobra aquí el angustioso tono de una confesión religiosa.
«Me siento humillado, descontento, devorado por un remordimiento constante e impalpable. En mis oraciones hay una fricción dolorosa entre el fervor y mi impotencia para abandonarme».