FRANCISCO HERNÁNDEZ
Robert Graves es el nombre de un sobresaliente médico irlandés, nacido a finales del siglo xviii, cuyas investigaciones sobre las afecciones tiroideas definieron y dieron nombre a la enfermedad que lleva su apellido. Un siglo más tarde, Robert Graves es también el nombre de un notable poeta y novelista londinense, autor de La diosa blanca, tratado poético-mitológico que estudia la naturaleza del arte que sobrevive a su tiempo. Ambos personajes, presintiéndose o no, establecen un extraño diálogo que combina la ciencia con los sueños. Cruzado por voces unas ajenas, otras cercanas e imágenes llenas de símbolos, en él se materializa una mujer que, aquejada por el Mal de Graves, se adentra en la ceguera. La imaginación del poeta combina lo histórico con lo improbable, lo terrestre con lo infinito, y de este choque de fuerzas resulta un lenguaje insospechado y radical. Francisco Hernández pone en escena un drama que da forma a un miedo inmortal: la pérdida definitiva de la vista.