KENJI MIYAZAWA
Pocos poetas tienen la capacidad de lograr que todo un pueblo se sienta identificado y reconocido en sus poemas. Kenji Miyazawa hace palpitar el corazón japonés con la delicada brillantez de sus versos: versos sinceros, puros y tiernos que atrapan la realidad en un parpadeo, un «momento puntual y fugaz», en el que plasmar la deslumbrante belleza del mundo, la espiritualidad más profunda o el intenso dolor de la pérdida del ser amado.
Intensamente lírica y permeada de una sofisticada comprensión universal, la poesía de Kenji Miyazawa es un canto de amor a la humanidad y a la naturaleza.
Cuando camino por las zonas más oscuras del bosque,
los pantalones y los codos se me llenan de labios
que tienen la forma de la luna creciente.